Además de la evaluación del proceso de aprendizaje de los alumnos, la evaluación educativa también engloba el proceso de enseñanza, pero eso lo veremos en otro post.
¿Para qué sirve la evaluación?
La evaluación es hoy en día uno de los temas con mayor protagonismo en el ámbito educativo, ya que, cada vez con mayor frecuencia, todos los miembros de la comunidad educativa son más conscientes de la importancia de una adecuada evaluación; qué evaluación queremos y qué evaluación no queremos está al orden del día en cualquier debate educativo.
Al margen de las diferentes opiniones sobre el proceso evaluador, la evaluación es necesaria por diferentes razones, entre ellas, las más destacadas son las siguientes:
- Nos ayuda a conocer el momento de aprendizaje de nuestros alumnos.
- Nos permite comprobar en qué medida los resultados previstos se han alcanzado en relación a los objetivos propuestos.
- Nos ayuda a regular el proceso de aprendizaje y también el proceso de enseñanza teniendo en cuenta los resultados.
- Nos permite detectar las posibles dificultades que puedan encontrar nuestros alumnos para aprender.
En este sentido, hay que recordar que la evaluación no debe tener un carácter “determinista”, marcando de algún modo al que “vale” y al que “no vale”, sino que debe formar parte del propio proceso de enseñanza–aprendizaje para que tanto el profesor como el alumno puedan analizar cuáles han sido los resultados obtenidos durante todo ese proceso y las dificultades encontradas. Por esta razón, es fundamental que introduzcamos la autoevaluación como un modo más de evaluar dicho proceso ya que, además de ser participativa, ayuda al alumno a entender mejor la finalidad de la propia evaluación, así como a detectar las propias dificultades en su proceso de aprendizaje.
Diferencia entre evaluación y calificación
Llegados a este punto, es muy importante diferenciar entre el concepto de evaluación y el concepto de calificación, ya que -aunque tienen una estrecha relación- muchas veces se confunden:
La evaluación es una actividad propia de cualquier actividad humana, ya sea en un colegio, en una empresa o en una institución. Teniendo en cuenta una recogida de datos, la evaluación determina el valor de algo (Popham, 1990). En el ámbito puramente educativo, la evaluación es el análisis completo sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje en sus distintos aspectos (dificultades encontradas, estrategias que mejor han funcionado, selección de contenidos, dificultades en los recursos, etc.).
En lo que respecta a la escuela, el término calificación está referido exclusivamente a la expresión cualitativa (apto/no apto) o cuantitativa (10, 9, 8, etc.) del juicio de valor que emitimos sobre la evaluación.
Por tanto, la calificación forma parte del proceso evaluador, pero la evaluación no solo busca la calificación, sino que su finalidad es recoger la mayor información posible para, a partir de su análisis, tomar las decisiones más adecuadas para mejorar el proceso.
Modos diferentes de evaluar
Por norma general, cuando hablamos de instrumentos de evaluación, asociamos la evaluación a un folio con preguntas donde los alumnos tienen que demostrarnos lo que han aprendido. Evidentemente, la fórmula clásica del examen oral y escrito son absolutamente válidas para recabar información sobre lo que saben y lo que no saben nuestros alumnos, pero no siempre son suficientes. En muchas ocasiones, para saber realmente lo que nuestros alumnos han aprendido -mucho más en un modelo de enseñanza basado en la realidad funcional de los aprendizajes- es necesaria la realización de alguna actividad donde pongan en práctica todos los conocimientos adquiridos.
En este post, os muestro varias herramientas con las que podéis realizar una evaluación diferente al típico examen oral y escrito:
estos concursos de una manera mucho más motivadora y atractiva a través de
diferentes herramientas online. Las herramientas más utilizadas y conocidas
son:
la realización de una exposición. Hoy en día, gracias a las NNTT, podemos pedir
a nuestros alumnos que vayan más allá de la exposición tradicional y realicen
una presentación digital para exponer a sus compañeros todo lo que han
aprendido. Algunas de las herramientas más útiles y sencillas de utilizar son:
todo todo lo que han aprendido. Para ello, podrían utilizar:
herramientas más interesantes ya que en ellas los alumnos deben sintetizar de
una manera muy visual todo lo que han aprendido. Algunas de las herramientas
más usadas para realizar infografías son:
herramientas para realizar líneas del tiempo:
herramienta para organizar y estructurar el aprendizaje. Por ello, la creación
de un mapa conceptual puede servirnos para evaluar los aprendizajes de nuestros
alumnos. Además, si lo hacemos a través de las NNTT, los alumnos tienen la
posibilidad de añadir elementos interactivos como imágenes, vídeos, notas,
enlaces, etc. Algunas de las herramientas son:
o mural digital, muy parecido al mural de toda la vida pero con las nuevas
herramientas digitales. En este tipo de trabajos, los alumnos pueden expresar
de manera visual y ordenada los conocimientos que han adquirido con respecto a
un tema. Para ello, pueden usarse alguna de estas herramientas:
sus creaciones audiovisuales, ya sea con la combinación de fotografías, texto y
voz, ya sea a través de grabarse a ellos mismos. Con respecto a los vídeos, los
alumnos pueden grabar un anuncio, un informativo, un documental, un videoclip,
una representación histórica o infinidad de creaciones más.
el proceso evaluador a todos los miembros del aula, realizando no solo una
evaluación profesor-alumno sino también fomentando la autoevaluación, la
evaluación por pares y la coevaluación.